martes, 17 de septiembre de 2013

Una vaca muy flaca

Tiempos de vacas flacas Robinson Avello Ayala

Estaba una vez en un prado,
pastaba de lado una vaca,
ella era una vaca muy flaca,
como nunca has imaginado,

tan flaca, como una espinaca,
o como una radiografía,
tan flaca era, que ni sombra hacia,
como una palma, una hamaca
la piel que en sus huesos había,
sin desparpajo ella blandía,

una vaca tan flaca era
que cuando una cuesta subía
desde su cuello y sin espera
su collar del rabo salía
parecía un cuadro de Dalí,
 
era una vaca que pasaba
por una aguja que bordaba,
alguien que no era de por aquí
confundida con el hilo ahí.
en un mantel ella quedó así

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