lunes, 23 de septiembre de 2013

Un corazón hermitaño


Romeo y Julieta Frank Dicksee

Desde antaño, un corazón ermitaño,
al ver su reflejo en nublado espejo,
se da cuenta, que ya se ha vuelto viejo,
que solo un último peldaño huraño

por subir a quedado, que ha pasado
la vida, sin sentido en un latido,
se ha ido así quedando de muerte herido
sin ser amado vivió enamorado

ya todo termino, tal vez no lucho
o tal vez no fue suficiente su fe
quizás no fue blanco, negro, gris, café
el eco de su voz nadie lo escucho

su calor se perdió en tímido rubor
de quien le dio para vivir la ilusión
es un corazón el que en esta ocasión
en el estupor de un álgido estertor

sin que piedad pida pierde la vida
entre la obscuridad de la soledad
no intenta huir de amargura y ansiedad
en una calma perdida abatida,

desde antaño un corazón ermitaño
al ver su reflejo en nublado espejo
se da cuenta, que ya se ha vuelto viejo
que solo un último peldaño huraño,

por subir a quedado, que ha pasado
la vida sin sentido en un latido
se ha ido así quedando de muerte herido
sin ser amado vivió enamorado.

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