Mujeres con flores Daniel Gerhartz
Tu dulce voz, es una hoz,
que siega mi voluntad,
tu risa mi alma pisa
y la envuelve en felicidad,
tu mirada es una espada
que traviesa, sin razón,
atraviesa mi corazón.
que siega mi voluntad,
tu risa mi alma pisa
y la envuelve en felicidad,
tu mirada es una espada
que traviesa, sin razón,
atraviesa mi corazón.
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