Tomado del descenso de la cruz Van der Weyden
No hay en este mundo paño
para enjugar el llanto
que vierto porque te extraño
porque te quiero tanto
que no me da vergüenza
que en mi una lagrima brote
y que alguien al verme note
y vea que esto me venza
por ti me he desquiciado
y tú lo sabes muy bien
porque siempre te he amado
aún sea hoy rehén
de tu ingrata hermosura
que con desmedida usura
me has dado muy poco a poco
volviéndome así loco
loco de amor y pasión
más si perder la razón
es estar enamorado
ya tiempo la he perdido
porque te amo demasiado
no hay en este mundo paño
para secar el llanto
de quien te extraña tanto
porque tanto te ha adorado
no hay en este mundo paño
para quien tanto ha amado
ya que esas lágrimas son
por hoy no estar a tu lado
para enjugar el llanto
que vierto porque te extraño
porque te quiero tanto
que no me da vergüenza
que en mi una lagrima brote
y que alguien al verme note
y vea que esto me venza
por ti me he desquiciado
y tú lo sabes muy bien
porque siempre te he amado
aún sea hoy rehén
de tu ingrata hermosura
que con desmedida usura
me has dado muy poco a poco
volviéndome así loco
loco de amor y pasión
más si perder la razón
es estar enamorado
ya tiempo la he perdido
porque te amo demasiado
no hay en este mundo paño
para secar el llanto
de quien te extraña tanto
porque tanto te ha adorado
no hay en este mundo paño
para quien tanto ha amado
ya que esas lágrimas son
por hoy no estar a tu lado
No hay comentarios:
Publicar un comentario